“A leer y escribir desde el juego aprendo”
Aprende divirtiéndote, verás que este maravilloso mundo de las letras y la lectura te fascinaran, porque el juego es lo mejor te ayuda a aprender y a pasarla bien…
Todo lo anterior, permite comprender que “aprender a hablar es uno de los logros más visibles e importantes de la primera infancia. El lenguaje constituye una nueva herramienta que proporciona nuevas oportunidades para comprender el medio social, para aprender a conocer el mundo, para compartir experiencias, satisfacciones y necesidades. Luego, durante los tres primeros años de asistencia a la escuela, los niños dan otro gran paso en el desarrollo del lenguaje, a medida que aprenden a leer”[1].
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkKsHGWse_jzgjGgKm61xUkwZzzPeuxBFvEzaTMhHAgJeuhozEsZEAiiI_Xz66bNhsc9g8_KGN_82xB7JQjbEGIVX3l6_lcEdcVm00bB8cFB04hSSx2pJ3p06eWXslZwn1JVwIcFI_Nzo/s320/propuesta1.png)
Favorecer la adquisición del sistema de lectura y escritura, a través de actividades lúdicas en los alumnos del grado primero del Centro Educativo Rural La San Pedro del municipio de Santa Rosa de Osos, logrando un aprendizaje significativo.
- Desarrollar habilidades para la adquisición de la lectura y la escritura, utilizando como medio la propuesta: “Jugar el mejor aprendizaje” para la realización de las diferentes actividades.
- Promover el juego como estrategia metodológica en el proceso de la lectura y la escritura.
- Facilitar a los alumnos del grado primero, del Centro Educativo Rural La San Pedro, actividades que integren la lúdica con la adquisición del sistema de lectura y escritura, logrando un aprendizaje significativo.
TORÍA O CONCEPTOS
La lúdica como proceso ligado al desarrollo humano, no es una ciencia, ni una disciplina, ni mucho menos, una nueva moda. La lúdica es más bien una actitud, una predisposición del ser frente a la cotidianidad, es una forma de estar en la vida, de relacionarse con ella, en esos espacios en que se producen disfrute, goce y felicidad, acompañados de la distensión que producen actividades simbólicas e imaginarias como el juego, el sentido del humor, la escritura y el arte.
El juego desde perspectivas teóricas , puede ser entendido como un espacio, asociado a la interioridad con situaciones imaginarias para suplir demandas culturales (Vigotsky), como un estado liso y plegado (Deleuze), como un lugar que no es una cuestión de realidad síquica interna ni de realidad exterior (Winnicott), como algo sometido a un fin (Dewey); como un proceso libre, separado, incierto, improductivo, reglado y ficticio (Callois), como una acción o una actividad voluntaria, realizada en ciertos límites fijados de tiempo y lugar (Huizinga) . Desde otras perspectivas, para potenciar la lógica y la racionalidad (Piaget), o para reducir las tensiones nacidas de la imposibilidad de realizar los deseos (Freud).
En todo ser humano existen valores, pero lo que para una persona tiene valor, para otra puede carecer de el. El actuar humano consiste en asumir unos valores y seleccionarlos formando un círculo donde se complementen; es el mismo hombre quien va estableciendo un orden de prioridades sin dejar de ver, que los valores son igualmente importantes.
La escuela es la primera institución de la sociedad en la cual se desempeña el niño autónomamente como ser individual y social. Durante la vida escolar el niño va formando sus primeras ideas acerca de la sociedad que le pertenece. Por ello es el espacio por excelencia, un espacio de formación de sentidos.
En vista de que la escuela es uno de los espacios donde se aprende a buscar su propio destino y a conocer el gozo de la vida, la construcción curricular debe promover aprendizajes de educación integral y desarrollo de las capacidades individuales con el apoyo decidido y creativo del educador.
Es la acción educativa a través de la cual se forma al hombre y se desarrolla su personalidad. La educación se logra por medio de la internalización observancia y transmisión de los valores.
En síntesis, la educación debe proyectarse hacia la formación de personas para su ser y su que hacer, el desarrollo de la educación ética y en valores, debe promoverse por medio del currículo, el comportamiento de los educadores, el manual de convivencia y el proyecto educativo institucional.
La educación en valores es importante para la necesidad que se tiene como ser humano de comprometerse con principios éticos que sirvan para orientar sus propias acciones y comprender las de los demás.
Con respecto a la adquisición del sistema de la lectura y a la escritura, existen múltiples métodos y teorías que la fundamentan. Unos se centran en los aspectos más formales del aprendizaje y tratan el proceso desde las partes hacia el todo, es decir, partiendo de las letras, hacia las silabas, posteriormente las palabras y luego las frases. Otros métodos son constructivistas y atienden a teorías que insisten en que la percepción del niño comienza siendo sincrética, captando la totalidad y no adentrándose en los detalles, parten del todo y presentan al niño palabras completas con su correspondiente significado. Los educadores son conscientes de la necesidad de conocer los diferentes métodos y conocer sus alumnos para escoger las mejores estrategias de la enseñanza aprendizaje de la lectura y la escritura.
La adquisición del proceso por el cual el niño asimila la lectura y escritura es una destreza tan importante para la formación intelectual del niño, que una experiencia desafortunada en su aprendizaje, o su asimilación defectuosas, pueden truncar definitivamente su futuro académico y profesional en una proporción insospechada, los problemas de deserción y fracaso escolar que registra nuestro sistema educativo a nivel primario, secundario y universitario obedecen a la falta de destrezas adecuadas para la enseñanza.
Todo lo anterior, permite comprender que “aprender a hablar es uno de los logros más visibles e importantes de la primera infancia. El lenguaje constituye una nueva herramienta que proporciona nuevas oportunidades para comprender el medio social, para aprender a conocer el mundo, para compartir experiencias, satisfacciones y necesidades. Luego, durante los tres primeros años de asistencia a la escuela, los niños dan otro gran paso en el desarrollo del lenguaje, a medida que aprenden a leer”[1].
Las etapas de maduración por las que las niñas y los niños pueden pasar en su proceso de aprendizaje son las siguientes:
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1. Escritura no diferenciada:
Se caracteriza por una expresión de garabato, continuo o suelto, zig-zags, etc.
Todavía no se diferencia el dibujo de la escritura.
2. Escritura diferenciada:
Se comienza a diferenciar el dibujo de la escritura. Utilizan una cantidad de letras, números, pseudoletras, sin correspondencia entre lo escrito y lo oral.
3. Escritura silábica:
La primera relación oral-escrito que establecen es la de la sílaba. Es la primera unidad oral que son capaces de segmentar. Escriben una grafía para cada golpe de voz o sílaba.
4. Escritura silábico-alfabética:
Se dan cuenta de que la sílaba tiene más de una letra. Al confrontar sus ideas con la escritura convencional descubren que hay más partes, que la escritura va más allá de la sílaba.
5. Escritura alfabética:
A cada sonido le corresponde una letra o grafía propia.
Escriben textos completos en una lectoescritura convencional como la que usamos en el mundo adulto.
[1] -----------, Desarrollo del lenguaje y de la lectoescritura [En línea], en Enciclopedia sobre el Desarrollo de la primera infancia. Disponible en: http://www.enciclopedia-infantes.com/es-mx/desarrollo-lenguaje-lectoescritura-ninos/por-que-es-importante.html